lunes, 22 de noviembre de 2010

La lección del pato


Cuando dos patos se pelean, al separarse nadan en direcciones opuestas. 

Después una vez retirados, ambos baten las alas con fuerza varias veces para descargar el exceso de energía acumulada durante la pelea. Una vez que han sacudido las alas se van nadando pacíficamente como si no hubiera pasado nada

Si el pato tuviera una mente humana, mantendría viva la pelea en sus pensamientos, tejiendo historias. Esta podría ser la historia del pato: "no puedo creer lo que acaba de hacer, se me acercó a menos de unos cuantos centímetros, seguramente se cree dueño del estanque, no tiene consideración alguna por mi espacio privado.  
Nunca más confiaré en él; la próxima vez con seguridad tramará otra cosa para molestarme, estoy seguro de que ya está tramando algo pero no lo toleraré; le daré una buena lección que nunca olvidará". 

Y así continúa la mente tejiendo sus historias, pensando y hablando sobre el asunto durante días, meses y hasta años. 

En cuanto al cuerpo, la lucha no ha cesado y la energía que genera en respuesta a todos esos pensamientos es emoción, la cual da lugar a más pensamientos todavía. 

Es lo que se convierte en el pensamiento emocional del ego. Es fácil ver lo problemática que sería la vida del pato si tuviera una mente humana

Pero es así como viven la mayoría de los seres humanos. Nunca ponen punto final a ninguna situación o acontecimiento. La mente y "mi historia" fabricada continúan con su ciclo interminable. 

Somos una especie que perdió su camino. En toda la naturaleza, en cada flor o árbol, en cada animal, hay una lección importante para nosotros, si tan sólo nos detuviéramos a observar y oir. La lección del pato es la siguiente: sacudamos las alas, es decir, dejemos atrás la historia y volvamos al único lugar donde reside el poder: el presente.


Eckhart Tolle (Una nueva Tierra)

sábado, 20 de noviembre de 2010

Por qué contratar un Coach?

Siempre hay un momento de nuestra vida en la cual nos hacemos la pregunta ¿Para qué estoy aquí? ¿Cuál es el propósito de mi vida?  ¿Qué es lo que quiero lograr? No estamos conforme con lo que tenemos, como vivimos y lo que es peor, no sabemos qué es lo que queremos.  El motivo por el cual ignoramos qué es lo que queremos es una respuesta que debemos buscar en nuestro interior, hay algo que nos lo impide verlo claramente.  Es allí donde el Coach te puede ayudar, trayéndolo a tu consciente y tan pronto lo veas, darte cuenta porqué no has logrado movilizarte y es aquí donde seguidamente el Coach te ayuda a que empieces a recorrer el camino y puedas tener una vida más plena... la vida que realmente deseas.  Liliana.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Hoy día haré la diferencia

Hoy día haré la diferencia.  Empezaré controlando mis pensamientos.  Una persona es el resultado de sus pensamientos.  Quiero ser feliz y con esperanzas.  Por lo tanto, tendré pensamientos de felicidad y de esperanza.  Me niego a ser víctima de mis circunstancias. No voy a dejar que pequeños inconvenientes, tales como semáforos, largas colas, atascos de tráficos sean mi guía.  Evitaré el negativismo y el chisme.  El optimismo será mi compañero, y la victoria mi sello.  Hoy día haré la diferencia.
Voy a estar agradecido por las veinticuatro horas que están delante de mí.  El tiempo es un bien muy preciado.  Me rehúso a permitir el poco tiempo que tengo en contaminarme por la autocompasión, la ansiedad o el aburrimiento.  Voy a enfrentar este día con la alegría de un niño y el coraje de un gigante.  Beberé cada minuto como si fuera el último.  Cuando llegue el mañana, el hoy se habrá ido para siempre.  Mientras sea hoy, lo usaré para amar y para dar.  Hoy día haré la diferencia.
No voy a dejar que los fracasos del pasado me persigan.  A pesar que mi vida está marcada con errores, me niego a rebuscar en mi montón de basura, los fracasos.  Voy a admitirlos.  Voy a corregirlos.  Voy a seguir adelante. Victoriosamente.  Ninguna falla es fatal.  Está bien tropezar… me levantaré.  Está bien fallar… subiré nuevamente.  Hoy día haré la diferencia. 
Pasaré el tiempo con aquellos que amo.  Mi pareja, mis hijos, mi familia.  Un hombre puede ser dueño del mundo, pero ser pobre por la falta de amor.  Un hombre puede ser dueño de nada y sin embargo ser rico en las relaciones.  Hoy voy a invertir por lo menos cinco minutos con las personales importantes en mi mundo.  Cinco minutos de calidad, hablando o abrazando o dando las gracias o escuchando.  Cinco minutos con mi pareja, mis hijos, mis amigos.
Hoy día haré la diferencia.