Una persona muy enferma dijo una vez que cuando trataba de contarles su historia a los demás, a menudo la interrumpían para decirle que a ellos también les había pasado algo parecido; y, sutilmente, el dolor de ella se convertía entonces en una historia acerca de ellos.
Nos conectamos a través de la atención que nos prestamos los unos a los tros. Cuando interrumpimos lo que alguien nos está contando para decirle que lo entendemos, movemos el foco de nuestra atención hacia nosotros mismos. Cuando estamos atentos, esa persona sabe que nos importa.
Pensamos que la gente solo escucha por que es demasiado tímida para hablar o porque no sabía que responder. Un silencio amoroso tiene, con frecuencia, mucho más poder de curar y establecer contacto que las palabras mejor intencionadas.
Kitchen Table Wisdom