Me prometo a mí
mismo:
Ser tan fuerte, que
nada puede perturbar mi paz interior.
Hablar de salud,
felicidad y prosperidad a toda persona con la que me encuentro.
Hacer sentir a mis
amigos que hay algo maravilloso en cada uno de ellos.
Mirar el lado bueno
de todas las cosas y así hacer de mi optimismo una realidad.
Pensar solo en lo
mejor, trabajar solo por lo mejor y esperar solo lo mejor.
Ser tan entusiasta
por el éxito de los demás, como lo soy con el mío.
Olvidar los errores
del pasado y continuar hacia los grandes logros del futuro.
Tener un semblante
alegre en todo momento y regalarle una sonrisa a cada ser vivo que conozca.
Dedicar tanto
tiempo a mejorarme a mí mismo, que no me de tiempo de criticar a los demás.
Ser demasiado
grande para la preocupación, demasiado noble para la rabia, demasiado fuerte para
el miedo y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas.
Pensar bien de mí
mismo y proclamar este hecho al mundo no solo con palabras, sino con grandes
acciones.
Vivir con la Fe de
que el mundo entero está de mi lado, siempre que sea fiel a lo mejor de mí
mismo.
Christian D. Larson
(1874 – 1954)