jueves, 24 de febrero de 2011

Eleva tu autoestima

¿Cuántas veces te has dicho “Yo no puedo hacer eso”?, sin siquiera haber intentado. Y efectivamente no lo puedes hacer. ¿Cuántas veces has tenido miedo al fracaso, a lo que todavía no sucede y sufres por ese miedo? ¿Cuántas veces habiendo logrado todo lo que quieres y siendo “feliz”, empiezas a pensar que “no puede ser todo tan perfecto” y que algo malo tiene que suceder? Todo lo anterior tiene que ver con la autoestima. Ésta como su nombre lo dice, quiere decir la estima en que te tienes, o el amor que te tienes a ti mismo, la manera en cómo te aprecias. Esto es el resultado de la seguridad y éxito que manejes en tu vida.


Son demasiadas las personas, por desgracia, que sin importar su nivel de educación, sexo, edad, posición económica, etc. padecen de miedo al fracaso, y aunque algunas tienen éxito, el miedo a perder sus logros es mayor a la satisfacción que tienen. Muchas veces las personas ponen en duda sus capacidades y se sienten inseguras, son demasiado autocríticas y nunca están satisfechas, o terminan por no obtener sus objetivos debido a esta inseguridad acompañada del miedo.

Normalmente una persona con baja autoestima es una persona pasiva, ya que se siente víctima de todo y de todos, es una persona conformista que no arriesga y se dice que “más vale malo por conocido que bueno por conocer”. Es una persona que rechaza cualquier reconocimiento que se le haga, pues “no es para tanto”. Siempre se está minimizando, y por lo tanto no se compromete. Probablemente durante su infancia fue constantemente comparada con alguien, “te deberías parecer a...” , “deberías ser como….”. Son las personas que han absorbido los mensajes negativos que se le han mandado tales como “¿no te da vergüenza?” “eres un inútil, un vago, un bueno para nada, etc.

También existe la baja autoestima agresiva. Esta corresponde al egocéntrico, al posesivo, al mentiroso, al burlón, al majadero, al que no respeta, al que no coopera, al prepotente, al irresponsable, etc. Ésta es la persona a la que se le ha dicho primero tú, luego tú y siempre tú, “no te juntes con esos niños que no son igual a ti”, “no prestes tus juguetes porque te los van a romper” , “si te portas buena gente con ellos, te van a ver la cara”. Todos estos mensajes van haciendo que la persona se vuelque en sí misma y no sea capaz de relacionarse con el mundo.

El secreto para tener una buena autoestima es la Humildad entendida como el conocer mis límites y mis capacidades. Es tener aceptación, respeto y amor por mi mismo y también por los demás. Es saber que cualquier empresa que inicie tiene un riesgo, el cual, si conozco realmente mis capacidades y mis límites puedo o no emprender. Es tener objetivos bien definidos y saber que lo que yo quiero y lo que yo soy, depende básicamente de mí y de nadie más. Es saber manejar el reconocimiento y la responsabilidad de una manera asertiva y congruente. Es saber que el único verbo que siempre va a funcionarme es el verbo “querer”. El verbo poder está sujeto al verbo “querer”. En otras palabras, “qué tanto puedo, depende de qué tanto quiero” lograr algo. Por ejemplo: el bajar de peso para unas personas es más fácil que para otras debido a su fuerza de voluntad, es decir, al grado de querer realmente lograr su objetivo. Recordemos que Programación Neurolingüística postula que somos un sistema que trabaja unido, es decir mente y cuerpo trabajan juntos.

“La gente que se siente bien consigo misma produce resultados positivos”.

Hay que entender que la autoestima es un estado mental. Es la manera en que piensas de ti mismo. Es confianza, valoración y respeto por uno mismo. Está constituida por sentimientos positivos que reflejan una actitud positiva en que realmente crees que puedes lograrlo, actitud contraria a la pesimista y pasiva en la que piensas que no vale la pena el intento pues el fracaso es inminente.

La clave para alcanzar una autoestima elevada es la disposición para asumir la responsabilidad de tus sentimientos y de tus pensamientos. Aquí es donde PNL entra en acción. Llegamos a la vida adulta con una serie de vivencias, que en ocasiones no podemos manejar y caemos en actitudes de culpa, enojo, depresión, miedo, etc. La Programación Neurolingüística nos ayuda a retomar todas esas capacidades que creíamos haber perdido en el camino y nos enseña a poder manejar nuestras emociones de una manera asertiva y sana para nosotros y para los demás.

El ingrediente principal de una baja autoestima es el miedo, ya que éste paraliza cualquier intento de movimiento. Es la expectación del mal. Por lo tanto, el ingrediente principal de una alta autoestima es la seguridad, ya que ésta siempre nos lanzará hacia delante. Es la expectación del bien.

Un ejercicio para elevar tu autoestima:

  1. Piensa en un momento en el que hayas estado perfectamente seguro de ti mismo, y que esta seguridad te haya permitido salir adelante. Puede ser en cualquier etapa de tu vida pasada.
  2. Cierra tus ojos y viaja a ese lugar. Revívelo completamente. Ve en qué lugar te encuentras y cómo es. Escucha los sonidos y/o voces que hay ahí, respira profundamente y déjate sentir esta seguridad que te saca adelante en este momento específico. Toca la parte de tu cuerpo donde sientes con más fuerza esta seguridad y vuelve a respirar profundamente. Ponle un color, el primero que se te venga a la mente a esta sensación de seguridad y nuevamente respira profundamente dejándote bañar por este color. Goza por unos instantes de esta sensación observando y sintiendo su color y manteniendo tus manos en el lugar dónde se encuentra.
  3.  Ahora abre tus ojos y date cuenta que esta seguridad es parte tuya, que ya la conocías y que has empleado en otras ocasiones.
  4. Ahora cada vez que necesites seguridad, puedes acceder a ella con solo cerrar tus ojos, tocando la parte de tu cuerpo donde se encuentra integrada, visualizando y sintiendo el color que tiene, al mismo tiempo que respiras profundamente.

Si crees necesario, puedes hacer este ejercicio, con diferentes situaciones específicas, donde tú hayas manejado la seguridad, procurando tocar ese sentimiento en el mismo lugar y con el mismo color, para que se vaya formando una programación efectiva de seguridad que elevará tu autoestima.

Extraído de Estrategias PNL

jueves, 17 de febrero de 2011

Cree en ti mismo

En Programación Neurolingüística el empoderamiento comienza por hacer un trabajo de autoconocimiento con cambios internos para poder catalizar el cambio externo. Si quieres lograr un cambio para mejorar y creer en ti mismo, sigue estos cuatro pasos:
1. Saber lo que se quiere
El primer paso y el más difícil es, saber qué quieres. Muchas veces no llegas a ningún lado, aunque tengas todas las capacidades y el conocimiento porque no sabes qué quieres. O quizá porque estás acostumbrado a hacer lo que otros quieren y te piden y dejas tus propios deseos de lado. Date cuenta qué quieres efectivamente en tu vida y en qué dirección te gustaría ir. Toma unos segundos para preguntarte si lo que estás haciendo en esta vida es lo que quieres. ¿Es algo que te motiva y te inspira? O es algo que te pesa y te aburre. Toma una respiración y deja que tu mente te llene de ideas, palabras y sensaciones para que te des cuenta si estás en lo que quieres o no.
2. Ser positivo y hablar en positivo
Una vez que sepas qué quieres, piensa lo que quieres en positivo con palabras positivas también. Querer escalar en la compañía para que te tengan envidia los demás no es positivo. Escalar es mejor si piensas que lo haces porque tienes la capacidad de trabajo y porque quieres una mejor remuneración para tu familia.
No quiero quedarme atrás con un sueldo bajo, tampoco está en positivo. Ser positivo quiere decir que cuando te pongas metas y sigas los pasos necesarios lo hagas cuidando tus palabras para que te motiven. Tendemos a habar de lo que no queremos, más de lo que queremos. “No quiero llegar tarde”, suena muy positivo, sin embargo estás hablando de lo que no quieres y tu mente visualizará el llegar tarde. “No me quiero equivocar”, es lo mismo y tu mente que es muy ágil, verá la equivocación inmediatamente y esto se va registrando en las neuronas como memoria para repetir estos patrones. Las personas poderosas piensan y hablan en positivo para avanzar y motivarse. Al hablar en positivo ven imágenes positivas en su mente y así se va creando un programa positivo.
3. Cambiar creencias personales
No hay forma de empoderarse de nada si tú crees que no puedes o que no lo mereces. “Llegar a ser alguien importante y valioso en la empresa es para el otro, no para mí”. Si piensas así, te sugiero que cambies tus creencias personales. Las creencias son un factor fuerte dentro de nosotros que nos mueve hacia el éxito o el fracaso. Éstas se convierten en nuestra ley y pensamos que así es la vida, que así somos y que el cambio es imposible.
Para que logres cambiar una creencia primero piensa en alguna o algunas creencias que sí tenías en el pasado y que ya las cambiaste. Por ejemplo seguro creías que el “tío Pepe” era una persona que lo sabía todo y ahora te das cuenta que no es así. Toma una respiración para que surjan dentro de ti otras creencias sobre ti mismo que has cambiado. Esto significa que estamos en cambio continuo y modificando nuestras propias creencias.
Ahora haz dos listas de creencias, una que contenga las creencias que has cambiado a lo largo de tu vida y otra las que tienes que no te gustan como por ejemplo: “no creo servir para eso”, “yo creo que nunca llegaré a ser director”, “siempre me enfermo en invierno”, etc. Toma cada una de estas creencias que además seguramente están en negativo y cámbialas a positivo e imagina cómo sería si “sí sirves para eso”, “si llegas a ser director”, cómo sería y en consecuencia, que tienes que hacer. Toma una respiración. Por supuesto que esto no es así de fácil, lo tendrás que repetir y hacer diario, hasta que lo instales como programa y entonces tu energía empiece a trabajar hacia esa meta con una creencia que la respalde. Creencias fuertes te darán empoderamiento sin lugar a duda.
4. Creatividad
La última recomendación es la creatividad. Si lo que has hecho hasta ahora no ha sido satisfactorio en tu vida, cambia tu estrategia y esto lo haces con creatividad. El empoderamiento requiere tener habilidades de liderazgo para enfrentar los retos que se presentan diariamente. Generar ideas para hacer las cosas de otra manera para lograr cambios más efectivos y mantenerse de pie, no importa cuál sea la situación. El que sigue haciendo lo mismo que hace 10 años o 20 años, seguirá con los mismos resultados o peores. Hay que avanzar con los tiempos y con los cambios que nos ofrece la nueva tecnología.
Para encontrar la creatividad te recomiendo que te tomes unos segundos y pienses ¿qué harías si te ofrecieran el triple de lo que ganas ahora? Date cuenta en qué dirección se movieron tus ojos. ¿Cómo serías tú con el triple de salario? Para la mayoría de las personas, arriba a la derecha conecta con la parte creativa. Es posible también que algunas personas tengan estos códigos invertidos, no hay problema, solo date cuenta a donde se fueron tus ojos con esas preguntas. El movimiento de tus ojos hacia arriba a la derecha (o a la izquierda en algunos casos)  hace la conexión con el cerebro para generar ideas nuevas. Cuando necesites ser creativo, busca ideas arriba a la derecha y te sorprenderás de lo que logras producir.
Alguien que está en busca de mejoría y avance necesita saber a dónde va y qué quiere. Su lenguaje y pensamiento debe ser positivo y motivacional para que haya acción. Fomentar creencias que lo sostengan en sus empresas y así lograr destacar siempre con creatividad y cambios oportunos para estar un paso adelante visualizando cada proyecto como un hecho es el empoderamiento.
Extraído de Estrategias PNL

martes, 1 de febrero de 2011

La Puerta para Lograr el Exito


La habilidad para enfocar, planear, sentir o hacer cualquier cosa está íntimamente ligada a la mezcla de cinco tipos diferentes de ondas cerebrales que el cerebro está produciendo en un momento dado en el tiempo.  El cerebro produce múltiples ondas cerebrales simultáneamente, pero la persona está en lo mejor cuando sus ondas cerebrales están perfectamente alineadas con lo que está haciendo.  Sin embargo, aquí está el problema: nuestro exceso de pensamientos y el estrés permanente, fuerzan a nuestro cerebro a mantenerse en el patrón de Ondas Beta.  Veamos a continuación los cinco diferentes tipos de Ondas Cerebrales, a fin de comprender ampliamente por qué en permanecer en el Nivel de Ondas Beta, es un problema.

Ondas Beta.  Se producen cuando el cerebro está despierto, consciente e implicado en actividades mentales intensas.  Está asociado con estar alerta, enfocado a la acción, al stress.  Los sentidos se hallan volcados hacia el exterior, de forma que la irritación, la inquietud y temores repentinos acompañan este estado.  Cuando una persona está dando un discurso, estudiando, realizando problemas matemáticos, etc. su crebro se encuentra emitiendo este tipo de ondas.  No es propicio para el aprendizaje.

Ondas Alfa.  Representad un estado de no actividad y relajación.  Son más lentas que el Beta e indica una relajación profunda.  El aprendizaje puede tener lugar aquí.  Una persona que ha terminado una tarea y se sienta a descansar, se encuentra a menudo en un estado Alfa, así como la persona que está dando un paseo, disfrutando al paisaje.  Es el puente entre la menta conciente e inconciente y se asocia con ser intuitivo e imaginativo.  Este estado puede ser inducido a través de la meditación, la relajación.

Ondas Theta.  Se trata de un estado de meditación profunda. La persona que está fantaseando o, como suele decirse, soñando despierta, se encuentra en este estado, así como la persona que tras conducir un rato, de repente se da cuenta de que no recuerda los últimos kilómetros. Es el estado más inspirador. A menudo, una persona tiene las mejores ideas cuando predominan este tipo de ondas. Se trata de un estado en el que las tareas que realizas se han vuelto tan automáticas, que no necesitas tener un control consciente de su realización y puedes distanciarte de ellas mentalmente. Es decir, tu mente está en “otro sitio”. Las ideas que surgen en la mente en este estado fluyen con libertad y sin censura o culpa.

Ondas Delta. Es un estado de sueño profundo.  Cuando nos vamos a dormir, las ondas cerebrales van pasando sucesivamente de beta a alfa, theta y finalmente, delta. Durante el sueño se producen ciclos que duran unos 90 minutos.

Cuando una persona despierta de un sueño profundo, la frecuencia de sus ondas cerebrales se va incrementando progresivamente, pasando de delta a theta, luego alfa y finalmente, beta. Durante este proceso de despertar, no es extraño que una persona permanezca en un estado theta durante un tiempo (pej. 15 minutos). Esto le permitirá tener un libre flujo de ideas, lo cual puede aportarle soluciones, ideas nuevas o nuevos puntos de vista, siendo este un estado especialmente creativo y productivo. De ahí la expresión “lo consultaré con la almohada”, pues a veces las mejores ideas o la solución a un problema aparecen después de una noche de sueño.

Las investigaciones han mostrado que aunque un estado cerebral puede predominar en un momento dado, los tres tipos de ondas restantes están también presentes en todo momento. Es decir, mientras una persona está implicada en una actividad mental, produciendo ondas beta predominantemente, las ondas alfa, theta y delta se están produciendo también, aunque sólo estén mínimamente presentes.

Ondas Gamma o Ram Alta.  Son las ondas más rápidas del cerebro, asociada con una mayor agudeza mental (no el pensamiento normal o solución de problemas) y pueden incluir destellos de brillantes repentinos, estallidos de ideas, así como momentos de extrema concentración.


Anteriormente se creía que el estado Beta era el ideal para aprender; pero nuevos descubrimientos han demostrado que el estado Alfa es el mejor para aprendizaje y grabar nueva información en el subconsciente. El mejor momento para realizar visualizaciones es justo antes y después de dormir, porque se pasa por el estado Alfa. De esa manera, las imágenes que creamos al visualizar penetran de mejor forma en nuestra mente subconsciente, lo que permitirá que se manifiesten más fácilmente.