martes, 22 de marzo de 2011

Deja que todo fluya

Aceptar el cambio para alcanzar los objetivos. Cuando algo no sale como esperábamos solemos entrar en desesperación. Esta no es una respuesta sana, si tenemos en cuenta que muy pocas veces las cosa se dan como las pensamos.   Si aprendemos a fluir, seremos capaces de encontrar las oportunidades allí donde se producen los cambios. El resultado es una vida sin angustias y con la mente abierta a encontrar nuevos caminos.
Muchas veces nos encontramos frente a encrucijadas que, simplemente, no sabemos cómo resolver. Puede ser que recibamos una oferta laboral que no nos termina de convencer y nos coloca ante la difícil situación de decidir qué hacer. También puede pasar lo mismo con los sentimientos, a veces deseamos estar con alguien, pero nos sentimos imposibilitados de hacerlo ya. Estas dos situaciones son apenas una muestra del gran número de circunstancias en donde nos vemos obligados a tomar decisiones que no podemos afrontar. Una corriente psicológica cree que, en estos casos, lo mejor es decidir por una de las variables y hacernos responsables del camino emprendido. Sin embargo, desde hace algunos años una nueva visión acerca de estas encrucijadas nos dice que la clave está en la alternativa natural de aprender a fluir. Es decir, no se trata de forzar decisiones, ni obligamos a aceptar lo que elegimos en un momento de presión, sino de esperar que el tiempo acomode las cosas.
La filosofía de dejar que las cosas fluyan no sólo es útil ante las decisiones, sino también cuando nos enfrentamos a problemas o situaciones que no se presentan como esperábamos.  Aquí también es importante dejar que las cosas fluyan, dejar que todo se acomode por su cuenta. ¿Cuál será, entonces, nuestro rol? Aprender a fluir ante lo inesperado y saber aprovecharlo es un entrenamiento que debemos aplicar en los pequeños sinsabores de la vida y los grandes fracasos. Porque ninguno de los dos será tal cosa si sabemos encontrar las oportunidades.
Al fluir, centramos nuestra energía hacia objetivos más elevados y de mayor plenitud que nos parezcan realizables en cada momento.  Advertimos que la vida es básicamente buena, prodiga y alegra y que lograr lo que queremos sin tensiones ni luchas es parte de un derecho innato derivado del simple hecho de vivir. Para entender cómo funciona la alternativa natural de dejar fluir, Shakti Gawain recurre a una metáfora: "Imaginemos que la vida es un río. La mayoría de la gente se acerca a la orilla, temerosa de soltarse y arriesgarse a ser arrastrada por la corriente. En un determinado momento, todos debemos estar dispuestos a soltarnos, confiando en que el río nos lleve sanos y salvos".

jueves, 17 de marzo de 2011

Vaso de Agua en la Solución de Problemas


Cuando estés dispuesto para irte a dormir, selecciona cualquier problema que te gustaría resolver, después toma un vaso y llénalo de agua.
Mientras estas tomando, aproximadamente, la mitad del agua, eleva tus ojos ligeramente hacia arriba y mentalmente repite: “esto es todo lo que tengo que hacer para encontrar la solución del problema que tengo en mente”.
Después guardas el resto del vaso de agua para tomarlo precisamente al despertar. Entonces te acuestas y te duermes.
Al despertar por la mañana, toma el resto del agua, poniendo tus ojos en la posición de pantalla mental (mirada al frente ligeramente hacia arriba), diciéndote: “esto es todo lo que tengo que hacer para encontrar la solución al problema que tengo en mente. Y así será”
Los resultados de esta programación podrán venir a ti de diferentes maneras: durante la noche o en la mañana, con un recuerdo vivido de un sueño que contenga información que necesites para resolver tu problema, o durante el día con una idea que contenga la información que puedes usar para resolver tu problema.
Técnica del libro de Control Mental “Método Silva”, de José Silva

martes, 8 de marzo de 2011

Atrévete a decidir

¿Por qué es tan difícil tomar decisiones?, ¿Qué nos hace postergar nuestras acciones?, ¿Cuál es el precio que pagamos con nuestra indecisión? Tomar cualquier decisión es difícil porque conlleva el riesgo del éxito o fracaso y como no sabemos el resultado por lo regular nos da miedo actuar. Postergamos nuestras decisiones por diversos factores: desidia, flojera, miedo al cambio, seguridad, falta de convencimiento, falta de compromiso o simplemente porque en el fondo es algo que no deseamos hacer pero no reconocemos. 


El precio de la indecisión es la inmovilidad, la frustración por no intentar las cosas y la sensación de vacío en nuestro interior. Tal vez aprender a decidir sea una de las tareas más difíciles que tenemos en la vida, ya que nadie nos lo enseña y son las circunstancias a veces extremas, las que nos obligan a tomar decisiones.  Según los expertos en psicología las dos fuerzas que nos motivan para actuar son el placer y el dolor y desafortunadamente la mayoría ha aprendido dependiendo de su historia personal gracias al dolor, el castigo o la culpa. 


La Programación Neurolingüística postula que hay varias maneras que nos incitan o motivan para decidir y actuar y se les conoce como: "Operadores Motivacionales". 

Tengo Que 
Este Operador Modal está vinculado con el dolor, el esfuerzo, lo pesado, la obligación y la clásica tarea. No te lo recomiendo su uso generalizado porque es una forma muy tirana y pesada para motivarnos. 

Voy A Hacerlo 
Este Operador Modal es directo y te lleva a la acción sin cuestionamientos, o sea lo haces "en automático". Le damos la orden precisa y literal a nuestro cerebro y éste simplemente la ejecuta. Para utilizarlo sólo hay que pensar en la acción o la tarea terminada y hacerlo. 

Quiero Hacerlo 
Es el mejor Operador, ya que une la acción con el compromiso personal de tener la voluntad de hacer las cosas como una opción voluntaria y no obligada. 


Necesito Hacerlo 
Este es un Operador Motivacional parecido al "Tengo Que" y muy llevado a la obligación y a la tarea, aunque justificado y razonado en términos de nuestras necesidades conscientes.  Úsalo sólo si te motiva en forma positiva hacia la acción. 

Cada vez que pensamos en tomar una decisión, nos hablamos internamente y discutimos las posibilidades y consecuencias de hacer o no las cosas. 


Esa voz interna por lo regular maneja un Operador Motivacional que es tu favorito y es el que aprendiste inconscientemente y es también él que te motiva a actuar o detenerte frente a las grandes decisiones. 


Cuando dudas demasiado para tomar una decisión es útil preguntarte: ¿Qué es lo peor que te va a suceder si no realizas este proyecto? y ¿Qué es lo mejor que te puede pasar si lo haces?. Si dudas demasiado al tomar una decisión que te lleve a la acción es seguramente porque has decidido instalarte en qué es lo peor que te puede pasar si te atreves a tomarla y sientes que estarías más cómoda y segura si se quedas cómo estás o en tu zona de seguridad. 

La palabra decisión procede de la raíz latina de, que significa "de" y coadere que significa "cortar". Tomar una verdadera decisión significa comprometerse en alcanzar el resultado, y descartar cualquier otra posibilidad. 

Conozco personas a las que les cuesta trabajo decidir hasta entre tomar té o café en un restaurante. 

No hay decisiones grandes ni pequeñas. Para la PNL cualquier decisión que tomemos conlleva el mismo patrón o serie de pasos que seguimos para llevarlas o no a cabo. 

Lo anterior significa que tal vez la próxima vez que dudes entre tomar el té o el café, también te estés jugando las decisiones más trascendentales de tu vida debido a tu indecisión. 
Según Anthony Robbins, las decisiones que controlan nuestro destino son: 
  • Tus decisiones acerca de en qué enfocar su atención. 
  • Tus decisiones acerca de lo que las cosas significan para ti. 
  • Tus decisiones acerca de qué hacer para llegar a los resultados que deseas alcanzar. 
Una de las decisiones más importantes que puedes tomar para asegurar tu felicidad a largo plazo es la de usar todo aquello que la vida le ofrezca aquí y ahora. 

Cuando tu sabes a dónde quieres llegar decides las cosas y las haces ahora..., así de fácil. 

Si decides lo que sea, emprendes una acción, aprendes de ello, cambias tu actitud y creas un impulso para alcanzar tus metas. Las verdaderas decisiones son los catalizadores para transformar tus sueños en realidades alcanzables. Tu vida cambia en el momento en el que tomas una decisión nueva, congruente y comprometida. 

La forma más poderosa de configurar nuestras vidas consiste en emprender la acción. 
Debemos separar los temores de fracaso inherentes a las decisiones y verlos como experiencias que nos ayudarán a crecer y a perfeccionar el camino hasta conseguir lo que deseamos. 


Aprovecha Tu Poder de Decisión 
  • Recuerda el poder de la toma de decisiones. En el instante en que tomas una nueva decisión, pones en marcha una nueva causa, efecto, dirección y destino en tu vida y ésta empieza realmente a cambiar. 
  • Comprométete con tus decisiones grandes o pequeñas. El resultado es que se sentirás muy bien contigo misma y lo harás cada vez más rápido, fácilmente y acertadamente.
  • Aprende de tus decisiones. Cuando las cosas no salgan como tu esperabas, aprende de los resultados, se flexible y comienza de nuevo hasta lograr tus objetivos. 
  • Disfruta tomando decisiones. Cualquier decisión que tomes puede cambiar el curso de tu vida y siempre es más placentero movernos hacia la acción que quedarnos indecisas y paralizadas de terror viendo pasar la vida. 
  • Son tus decisiones y no tus circunstancias las que determinan tu presente y tu futuro.
Atrévete a Decidir

Demuéstrate a ti mismo que si sabes decidir. Tome una o dos decisiones que hayas estado postergando "a perpetuidad" (seguro se vas a acordar de varias)y sigue los siguientes pasos: 

  1. Ubica parada en medio de un pasillo vacío(para que no se vayas a golpear) y con los ojos cerrados tu línea del tiempo. Imagina dónde está tu pasado, tu presente y tu futuro y camina hacia las tres direcciones para asegurarte de dónde las sientes: atrás, adelante, en medio o a los lados.
  2. Piensa en esa decisión que tanto haz postergado, imagínatela realizada y dite con tu voz interna: "Voy a hacerlo". 
  3. Imagina frente a sus pies un letrero que dice: "AHORA" con letras grandes y rojas
  4. Camina y colócate en el letrero y fíjate en lo que ves, oyes y sientes cuando decides actuar ahora respecto a esa decisión, mientras tu voz interna te dice: "Ya lo estás haciendo muy bien". 
  5. Mientras intensificas más y más las sensaciones placenteras que surgen de hacer ahora aquello que decidiste fácilmente, puedes acompañarlas de expresiones como: "guau", "siiii", "uffff", ubica el lugar en dónde llevarás a cabo las acciones necesarias; las habilidades o capacidades que requieres para emprenderlas; las conductas inherentes y la identidad necesaria para decidir ya hacer lo que quieres con todo tu ser. 
Solo tú tienes la fuerza y el poder para decidir hacer de tu vida la obra de arte que mereces y ser feliz ahora.

 PNL - Maria Isabel Pasquel