Desde el coaching hablamos de un acto de presencia, cuando estamos 100% presentes “aquí y ahora” en lo que estamos haciendo. Gran parte de nuestra imposibilidad de estar presentes son nuestras propias conversaciones internas, llenas de prejuicios e historias limitantes acerca de lo que es posible lograr. Lo que no nos permite trascender y crecer, son nuestras ideas preconcebidas y falta de imaginación.
La vida nos ha mostrado como el universo conspira a nuestro favor cuando estamos realmente comprometidos con aquello que queremos. Puedes reconocer algún momento en el que hayas logrado resultados extraordinarios en tu empresa? Cómo te puedes ver a ti mismo “siendo” y “haciendo” mientras estabas logrando el resultado? En qué estado de ánimo estabas? Cuál era tu nivel de concentración y compromiso? Por naturaleza, los seres humanos somos creativos. Cuanto más estemos conectados con nuestros recursos internos, más desarrollaremos el arte de crear. Cuando reconocemos, alimentamos y cuidamos a nuestro artista interior; logramos trascender nuestros propios miedos, fortaleciendo nuestro carácter y nuestra confianza. En que se relacionan el coaching y la creatividad? En todo. En procesos de coaching, facilitamos el aprendizaje emocional de las personas, para que puedan desbloquear sus propias limitaciones, trascender sus miedos y accionar creativamente para lograr resultados extraordinarios. Podemos reconocer 3 tipos de creatividad en las empresas:
1. Creatividad para sobrevivir, esta es la que nos permite salir de situaciones difíciles, de crisis, y desarrollar nuestro ingenio.
2. Creatividad para Crecer, esta es la que desarrollamos es pos de objetivos y metas concretas. Cuando sabemos exactamente lo que queremos para la empresa, para los empleados, para los profesores, para los socios, la misma brecha entre donde estamos y donde queremos estar, hace aflorar ideas innovadoras y originales para poder lograr los objetivos.
3. Creatividad para Desarrollarse, esta nos conecta con nuestros deseos más importantes, nuestros sueños, nuestra pasión, nuestro sentido de trascendencia. Cuando el “para qué” está claro, y es lo suficientemente grande y movilizante para nosotros, hacemos lo que sea necesario para que ese propósito llegue a su fin.
Antes de ponerte a crear, pregúntate: Qué quieres que pase en tu empresa? Cómo quieres que sea la relación entre la gente? Cómo quieres servir a tus clientes?
Una vez creada la posibilidad, desarrolla espacios para la creatividad:
· “Que tus deseos guíen a tu ingenio..., y no al revés”
· Simplifica, no compliques.
· Concéntrate en problemas relevantes.
· Diseña en términos de...
o Construir Clientes
o Descrubir Nichos de Mercado
o Desarrollar el Posicionamiento
o Crear Valor
· Mantén siempre el foco, no te desconcentres.
· Busca insights – lo que experimenta el cliente que la competencia no sabe-.
· Anímate a transitar caminos que otros no caminan. Se audaz!.
· No te sobrecargues de información “mucho análisis genera parálisis”, actúa.
· Lidera el rumbo, administra el tiempo.
· Observa en otros lados, otros mercados, otros negocios, crea similitudes.
· Se original para ti y para tu cliente, busca el impacto.
· No postergues en el tiempo, actúa ante las nuevas ideas (antes que se marchiten).
· Experimenta “Los experimentos nunca fallan”.
· Aprovecha la inocencia de no ser un experto. Busca la practicidad, no lo rebuscado.
· Integra, interactúa con otros, con diferentes áreas de la empresa.
· Diviértete en el camino, fundamental.
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